El futuro de la salud en 2040: Perspectivas desde la Universidad Politécnica de Milán

La salud es y seguirá siendo uno de los pilares fundamentales del bienestar y el progreso humano y desde Hiris estamos atentos a todos los avances e investigaciones que puedan ayudarnos a guiarnos por el mejor camino hacie aese futuro. Hoy os presentamos el estudio prospectivo de la Universidad Politécnica de Milán, “Foresight Health 2040”, que ofrece un marco único para explorar cómo las tendencias tecnológicas, socioeconómicas y sistémicas re-diseñarán el panorama sanitario en la próxima década y media.

A continuación, presentamos las claves principales del informe, organizadas en tres ejes: la transformación digital, los factores socioeconómicos, y la visión One Health como motor de innovación y cooperación global.

1. Transformación digital de la salud

El siglo XXI se caracteriza por una revolución digital que redefine todos los ámbitos del quehacer humano, y la salud se encuentra en el epicentro de esta transformación. Según el estudio de la Universidad Politécnica de Milán, las tecnologías emergentes no solo optimizarán la atención médica, sino que cambiarán radicalmente la relación entre las personas, los profesionales y los sistemas de salud.

Esquema de las tecnologías que más influirán en el futuro de la salud.

Las tecnologías clave para 2040 son:

  • Inteligencia Artificial (IA): Permitirá diagnósticos más tempranos y precisos, personalización de terapias según el perfil genético y conductual del paciente, análisis predictivos y gestión eficiente de los datos de millones de personas. Por ejemplo, la IA mejorará el análisis de imágenes médicas, el seguimiento con asistentes digitales, y la gestión automatizada de tareas clínicas y administrativas.
  • Internet de las Cosas Médicas (IoMT): Las redes de dispositivos inteligentes —desde wearables hasta sensores implantables— recopilarán datos vitales en tiempo real, posibilitando el monitoreo remoto, la prevención proactiva y el ajuste instantáneo de tratamientos.
  • Big Data y Analítica Avanzada: El volumen exponencial de datos sanitarios facilitará procesos de investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, modelos de predicción de epidemias, y capacidades de atención personalizada a gran escala.
  • Impresión 3D y biotecnología: Se prevé la fabricación personalizada de prótesis, implantes inteligentes e incluso tejidos u órganos, revolucionando la medicina regenerativa y la cirugía.
  • Telemedicina y plataformas digitales: Estas tecnologías democratizarán el acceso a la salud, superando barreras geográficas, reduciendo costes y permitiendo la continuidad del cuidado.
  • Blockchain y ciberseguridad: Garantizarán la privacidad y la interoperabilidad de los datos médicos, un aspecto fundamental para la confianza y la validación de los ecosistemas digitales sanitarios.

No obstante, la digitalización implica nuevos desafíos: la brecha digital y de competencias, el riesgo de sesgos algorítmicos, y la necesidad de marcos éticos sólidos. El informe subraya que el progreso depende tanto de la tecnología como de la capacidad de sociedades y sistemas de salud para gobernar su implementación de forma inclusiva y responsable1.

2. Aspectos socioeconómicos del futuro de la salud

El futuro de la salud no reside solo en avances tecnológicos, sino en la capacidad de los sistemas para adaptarse a dinámicas sociales, económicas y demográficas cada vez más complejas. Las principales tendencias socioeconómicas identificadas en el informe:

  • Envejecimiento poblacional: Para 2040, gran parte de la población mundial —especialmente en Europa— será considerablemente mayor y más pluripatológica. Esto exigirá estrategias de prevención eficaz, atención domiciliaria, y recursos que prioricen el envejecimiento saludable y la ampliación de la autonomía.
  • Desigualdades persistentes: Aunque la tecnología tiene el potencial de democratizar el acceso, las desigualdades socioeconómicas, educativas y geográficas pueden amplificarse si no se abordan con políticas públicas coordinadas. La equidad debe ser un principio fundamental en cada innovación.
  • Gasto en salud y sostenibilidad: El informe anticipa una presión creciente sobre los presupuestos sanitarios públicos. Las tecnologías deben demostrar valor agregado en términos de reducción de costes, mejora de resultados y eficiencia sistémica.
  • Modelos colaborativos y economía del dato: El dato sanitario se convertirá en un activo estratégico, impulsando la economía digital de la salud y la necesidad de colaboraciones público-privadas, regulación ágil y participación ciudadana en la gestión de su propia información.
  • Trabajo y nuevas competencias: Se redefinirán los perfiles profesionales sanitarios, exigiendo competencias digitales, trabajo interdisciplinario, y una formación continua para adaptarse a la velocidad de la innovación.

El éxito de esta transición requerirá fortalecer la gobernanza, la educación, y la implicación de las comunidades en la cocreación de salud. Los sistemas más resilientes serán aquellos que combinen tecnología con una escucha activa a sus ciudadanos y entornos socioeconómicos.

3. Ecosistema integral y perspectiva One Health

El estudio del Politécnico de Milán destaca que la salud ya no puede entenderse solo como la suma de la biomedicina individual y la gestión hospitalaria, sino como el resultado de la interacción compleja entre humanos, sistemas sanitarios, animales y el medio ambiente. Esta es la visión One Health, central para el futuro próximo.

Las claves del enfoque One Health según el informe son:

  • Interconexión planetaria: El bienestar humano depende del equilibrio del ecosistema donde vivimos. Las enfermedades zoonóticas, la contaminación, el cambio climático y la circulación global evidencian que la salud trasciende fronteras disciplinares y políticas.
  • Salud humana, animal y ambiental: Para prevenir futuras pandemias y mitigar enfermedades crónicas derivadas del ambiente, se imponen estrategias integradas de vigilancia, cooperación internacional e innovación regulatoria. Esto requiere colaboración entre médicos, veterinarios, biólogos, ingenieros, urbanistas y responsables políticos.
  • Gestión sostenible de recursos: El desarrollo de soluciones que minimicen el impacto ecológico —por ejemplo, reducción de residuos médicos, economía circular en la producción farmacéutica, o energía sostenible en hospitales— será esencial para la sostenibilidad sistémica.
  • Colaboración interdisciplinar: Los retos del siglo XXI —desde la resistencia antimicrobiana hasta las emergencias sanitarias causadas por desastres naturales— solo pueden abordarse mediante ecosistemas colaborativos, datos compartidos y gobernanza global.

Espacio para gráfico: “The One Health Interconnected Ecosystem” — imagen conceptual extraída del estudio1.

El futuro demandará, en definitiva, pasar de una visión fragmentada e individualista de la salud a una sinergia inteligente que involucre a todos los actores: ciudadanos, pacientes, profesionales, instituciones, empresas y organismos internacionales.

Conclusión: Una visión integrada y colaborativa para 2040

El horizonte hacia 2040 que perfila la Universidad Politécnica de Milán no es determinista ni homogéneo, sino un escenario abierto a la acción colectiva. La transformación digital, la equidad social, la sostenibilidad y la cooperación global aparecen como los verdaderos determinantes del futuro de la salud. Gobernar esta transición será el mayor desafío y, al mismo tiempo, la mayor oportunidad para crear un mundo más saludable, resiliente e inclusivo.

Puedes acceder al estudio completo en: https://www.foresight.polimi.it/health/download/health1_report.pdf

Cuadro resumen de la transformación de la salud en 2040.
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