A lo largo de 2021, se ha puesto en marcha Hiris de la Sanidad, el primer Observatorio independiente y estable de opinión de profesionales sanitarios en España. Durante los últimos meses, han realizado encuestas de opinión sobre la situación y perspectivas del sistema sanitario, el valor de la innovación, o el impacto y preparación frente al Covid-19, entre otros temas de interés. Este lunes, tuvo lugar la presentación en público de Hiris de la Sanidad en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
Jesús María Fernández Díaz, CEO de Hiris, señaló que esta organización nació para dar voz a los profesionales de la salud, para preguntarles cuáles son los problemas que ven en sus consultas cada día. «Es importante que no olvidemos escuchar a los profesionales«, insistió. En estos meses, han hecho ya tres oleadas de opinión sobre la Sanidad española, sobre la situación del sistema sanitario para dar respuesta a la crisis del Covid-19, sobre los planes de vacunación, sobre la digitalización de la Sanidad y sobre la valoración de la innovación, entre otros temas. Próximamente, preguntarán sobre los planes de transformación de la Sanidad y sobre la educación continuada. «Es una opinión directa, sin cocina. Hiris no tiene opinión«, avisó.
En un primer panel, se debatió sobre presente y futuro de la Sanidad española. Jesús Sanz Villorejo, vocal de la Junta Directiva de SEDISA y director de Salud de la Universidad Europea, comentó que Hiris recoge los problemas que la crisis del Covid-19 ha puesto en evidencia, que el sistema tiene áreas de mejora en crónicos. En el ámbito sociosanitario, «hay importantes áreas de mejora«. También se han puesto en evidencia puntos fuertes como son los profesionales, y su capacidad de trabajo y sacrificio que han demostrado. Igualmente, la organización: «Durante la crisis, el sistema sanitario ha demostrado capacidad de organización para dar respuesta. Se ha podido dar respuesta a la vacunación«. Desde SEDISA piden que se retome la idea de un pacto por la Sanidad, alejado de confrontaciones políticas. Manuela García Romero, vicepresidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, expuso que se ha hecho una fotografía bastante real de lo que piensan los profesionales médicos. En ese sentido, se piensa que el sistema necesita una reforma. En la pandemia, se ha ido sumando el agotamiento de los médicos. Citó elementos como la sobrecarga asistencial. Aseveró que «vamos a una medicina más de asistencia que de calidad«, y eso preocupa. Lamentó que Atención Primaria está en una situación de crisis. Para ella, la transformación digital debe ser un instrumento adicional para el médico.
Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, manifestó que «hay un gran consenso sobre la falta de recursos del sistema«. Defendió que hay que convencer de que la inversión en Sanidad significa ganancia social y ganancia económica. Alegó que también desde el punto de vista territorial esta inversión supone grandes avances. Pidió hacer una apuesta decidida por la inversión en Sanidad. Francisco de Paula Rodríguez Perera, director de Estrategia de Sistema de Salud de Medtronic, sostuvo que los profesionales están deseando ver iniciativas de cambio. Afirmó que los centros se beneficiarían de tener más autonomía, que la presencialidad está superada y que ayuda la medición.
La medida más aplicada en el Covid-19 ha sido una mayor atención virtual. Un segundo panel, moderado por Félix Lobo, profesor emérito de la Universidad Carlos III de Madrid, abordó el impacto y oportunidad del Covid-19 en la Sanidad española. Marisa Álvarez, directora médica de Gilead, remarcó que es gratificante ver como los profesionales sanitarios pueden reconocer la contribución que la industria farmacéutica ha hecho en la lucha contra el Covid-19, que cambió todas las prioridades. Reconoció que España, después de EE UU, fue uno de los países que más participó en los ensayos clínicos para los tratamientos del Covid-19. Le pareció clave no tanto la inversión económica, sino la dedicación y el enfoque a buscar una necesidad, una solución. Sopesó que la telemedicina, que no va a sustituir a la visita presencial, ha venido para quedarse.
Antonio Blázquez Pérez, jefe de la Unidad de Apoyo a la Dirección de la AEMPS, subrayó que el momento de colaboración puso de manifiesto que en situaciones de crisis hacen falta organismos autónomos como el suyo. Se dio respuesta para que todos los ensayos clínicos se desarrollaran con garantías. «España es un país potencialmente ganador para todo el tema de investigación clínica«, expresó. Otro aspecto que resaltó es el proceso de rolling review. La impresión de Josep Pomar, presidente de la Fundación SIGNO, hace un año era de más optimismo de que pudieran llegar cambios desde arriba. Su punto de vista es que es importante seguir batallando para que estos cambios se produzcan, aunque «no todos los cambios se producirán«. La lección de la pandemia es que «los centros se saben auto-organizar y buscar nuevos modelos de organización«. Sobre esto, hay que construir el cambio. Lamentó que no hay instrumentos apropiados para medir resultados. Una idea que hay que desarrollar es que hay que comprar por valor.
El tercer panel versó sobre el valor y el acceso a la innovación y transformación digital de la Sanidad; moderado por José Luis Enríquez, fundador de Real Life Data. Federico Plaza, director de Asuntos Corporativos de Roche, apuntó que están llegando grandes innovaciones terapéuticas. Muchas van a grupos muy específicos. Es importante la medición en resultados de salud. Están llegando medicamentos más complejos y sofisticados, pero el acceso se ha ralentizado, según su exposición. Del sistema Veltermed, dijo que sólo está preparado para medir en grupos pequeños. Recordó que los datos están en la historia clínica, que está informatizada, por lo que existen sistemas para medir resultados.
Fernando Martín-Sánchez, profesor de Investigación en Salud Digital del Instituto de Salud Carlos III, tuvo la impresión de que estamos viviendo una especie de gran suflé con todas las tecnologías y el nombre de salud digital, que «no representan todos los años de trabajo que hay detrás«. Es un ferviente defensor de la digitalización, pero de hacerla bien y con técnicas de evaluación. Andrés Íñiguez, de la Sociedad Española de Cardiología y miembro de la Junta Directiva de FACME, matizó que una innovación es verdadera innovación si aporta valor añadido y mejora la salud de los ciudadanos. Hasta ahora, la entendemos como innovación, pero el sistema necesita innovación en servicios. Por eso, hay que enfocarse en la gestión de procesos. Sobre todo, hay que analizar los resultados. Estimó que muchas innovaciones deberían ir enfocadas al cambio organizativo.
Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca, contó que todo lo basa en la confianza y que estamos en un momento en el que es muy importante la confianza entre ambas partes. Hay mucho hecho, por lo que cambiarlo todo del día a la noche no es necesario. Se puede cambiar sustancialmente. Muestra de ello es que en nueve meses se han podido traer tres vacunas contra e Covid-19. El objetivo ha de ser traer la innovación a los pacientes en el mínimo tiempo posible y de la forma más sostenible posible.
Por último, se desarrolló un panel sobre los nuevos retos en Sanidad: Medicina de precisión y Enfermedades Raras; con la moderación de Esteban Lifschitz, director científico de Hiris. Mariluz Amador, directora médica de la Asociación Española Contra el Cáncer, reflexionó acerca del hecho de que al menos en oncología en tumores sólidos y hematología la medicina de precisión es el futuro. Añadió que una parte clave son los pacientes y que la medicina de precisión impacta en la vida de los pacientes, algo que va más allá del sistema sanitario. Un gran reto es que esta medicina de precisión se integre en la cartera de servicios de manera ecuánime. La medicina de precisión es una oportunidad.
Laura Pellisé, Head of Policy & Government Affairs de Amgen, remarcó que lo de los biomarcadores es un hecho muy importante, que está funcionando por iniciativa privada. Alegó que los biomarcadores son un elemento de sostenibilidad para el sistema, porque aportan tanto qué medicamento va a ser efectivo y qué medicamento no lo va a ser. Hay una oportunidad de corto plazo con los fondos europeos de avanzar en este sentido.
Mónica Rodríguez, miembro de Junta Directiva de FEDER y presidenta de la AESS, declaró que, en cuanto al retraso del diagnóstico, hay una media que oscila entre cuatro y nueve años para diagnosticar una enfermedad rara. Y «es una lucha llegar a un tratamiento, el problema es el acceso«. Denunció la falta de formación de los profesionales para abordar las enfermedades raras. Durante el Covid-19, todos los pacientes de enfermedades raras han empeorado. Por último, Nuria Rodríguez, Team Head Fibrosis Pulmonar de Boehringer Ingelheim, habló de los retos asistenciales que tienen los pacientes. Aconsejó seguir trabajando en la concienciación; y sensibilizar a los profesionales, a los pacientes y a los gestores. Se mostró confiada en que se conseguirán acortar los plazos.