Recomiendan la “vacuna actualizada” de la COVID-19 para población vulnerable, en lugar de hablar del número de dosis, para reducir «la fatiga pandémica». Profesionales sanitarios de diferentes especialidades han acudido al Congreso de los Diputados para analizar la situación actual de la pandemia producida por el coronavirus. La jornada ‘COVID-19: estrategia de prevención y control de la pandemia en 2023’, celebrada en colaboración con Hiris y Pfizer, ha contado con la moderación de José Martínez Olmos, exsecretario de Sanidad del Ministerio y actualmente profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública.
En la inauguración ha participado Rosa Romero, presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.
Vacuna actualizada
La situación actual de la pandemia y la prevención han sido los temas tratados en la primera mesa. En su intervención, Rafael Cantón, jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha hecho un balance de la evolución de la pandemia desde sus primeros casos hasta la situación actual, que ha definido como “un ruido de fondo permanente”. “Sigue afectando a mayores de 65 años, por lo que no debemos bajar la guardia”, ha comentado.
Por su parte, Esther Redondo, responsable de Vacunas del Grupo de Trabajo Infecciones, Migrantes, Vacunas y Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), ha hablado de la expresión “vacuna actualizada”, en lugar de referirse a la tercera, cuarta o quinta dosis de refuerzo, porque “aumenta la fatiga pandémica”.
Esta facultativa ha comentado que la situación todavía depende de la vigilancia epidemiológica, aunque probablemente la sociedad se dirige hacia “la gripalización” de la COVID-19, por lo que será necesario incluir la vacuna en el calendario, especialmente para mayores de 65 años y personas vulnerables.
Detección y tratamiento precoz
La segunda mesa del encuentro se ha dedicado a debatir sobre la detección y el tratamiento precoz de la COVID-19. Han intervenido José María Molero, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC); Juan González del Castillo, jefe de la Unidad de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; Ana López-Casero, tesorera del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), y Pedro Carrascal, director de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Buenas herramientas
En su intervención, José María Molero ha reivindicado el papel del médico de Familia durante toda la pandemia “desde el primer nivel de atención”. “Siempre hemos seguido la estrategia diagnóstica marcada desde el Ministerio de Sanidad”, ha comentado. En la actualidad, el diagnóstico se centra en personas mayores de 65 años y las que son vulnerables.
“Tenemos buenas herramientas para el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la COVID-19”, ha asegurado el portavoz de SemFYC.
Tratamientos antivirales
Precisamente, Juan González del Castillo ha comentado la baja prescripción de antivirales, porque “la población no sabe que existe una herramienta terapéutica eficaz para el tratamiento de la COVID-19. Debido a esa falta de información, se retrasa el contacto con el médico y también el inicio del abordaje terapéutico”.
“La enfermedad ha cambiado”, ha dicho el médico de Primaria. “Muchos pacientes ya no tienen la clínica típica de la COVID-19, y se presentan tanto en Atención Primaria como en Urgencias por descompensación de su patología crónica. Yo defiendo que estos pacientes deben recibir tratamiento antiviral, porque la causa de esa exacerbación de la patología crónica es una infección vírica”.
Colaboración de la Farmacia
Por su lado, Ana López-Casero ha recordado el “gran potencial” y el papel protagonista que tuvo durante los primeros meses de la pandemia, y hasta la actualidad, la red de 22.000 farmacias comunitarias de España, “que llega hasta el último rincón”.
“Cuando todo estaba cerrado, unos 30 millones de personas pasaron por las farmacias en España”, ha recordado. Con la llegada de los test de autodiagnóstico, las oficinas se convirtieron en un centro clave para realizar un diagnóstico precoz y conocer la evolución de la pandemia. A pesar de estos buenos resultados, según López-Casero, solo 12 comunidades autónomas se sumaron a esta iniciativa.
La voz del paciente
Pedro Carrascal, por su parte, ha hablado del olvido del resto de pacientes durante la pandemia y, especialmente, ha criticado que las Administraciones sanitarias no les hayan consultado ninguna de las medidas tomadas. Incluso recientemente las personas con patologías crónicas han tenido que adaptar el mensaje respecto a la obligatoriedad de llevar mascarilla.
Al tiempo, el portavoz de la Plataforma POP ha hablado de «un exceso de información» durante los últimos años en todo lo relacionado con la COVID-19, pero con mensajes poco claros. “Hemos echado de menos una comunicación adaptada a las necesidades de los pacientes”, ha dicho.
La clausura de la jornada ha sido a cargo de los portavoces de diferentes partidos políticos representados en la Comisión de Sanidad del Congreso: Josefa Andrés Barea, del Partido Socialista; Juan Luis Steegmann, de Vox, y Elvira Velasco, del Partido Popular.