El ictus es la primera causa de muerte en mujeres en España y la segunda causa en la población general. Sin embargo, el 80% de los ictus son evitables, según el informe “Prevención del ictus y control de la anticoagulación en Castilla-La Mancha” elaborado por la consultora Hiris y un grupo de expertos en colaboración con Bristol Myers Squibb-Pfizer, que fue presentado ayer en la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha. Durante la sesión se ha debatido acerca del actual abordaje del ictus en Castilla-La Mancha, así como de las potenciales mejoras en cuanto a la prevención del ictus y el control de los pacientes anticoagulados en Castilla-La Mancha.
Descargar InformeEn la jornada han participado Tomás Segura, Jefe de Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Luis Rodríguez Padial, Jefe de Servicio de Cardiología en el Hospital Universitario de Toledo y Presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología, Juan Oliva Moreno, Catedrático de Economía de la Universidad de Castilla-La Mancha y Jesús María Fernández, Director General de Hiris. Laura Abad, Subdirectora Médica de la Gerencia de Atención Integrada del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, participó también en la sesión como asistente.
El ictus en Castilla-La Mancha
El ictus es una de las principales causas de muerte en España. Cada año se producen más de 3.800 nuevos ictus solo en Castilla-La Mancha, 20% de ellos secundarios a Fibrilación Auricular (FA). Además, incluso sobreviviendo, dos de cada tres personas presentan secuelas discapacitantes. Las personas que han padecido un ictus refieren un deterioro muy importante de su calidad de vida, incluso para tareas de la vida cotidiana.
La FA y sus complicaciones potencialmente prevenibles tienen alto impacto, no solo sobre la salud de la población, sino también sobre los costes sanitarios. Sobre todo, ligados a consultas, hospitalizaciones y pérdida de productividad laboral. Todo ello, suma un total de 106,2 millones de euros de coste anual en Castilla-La Mancha.
Para el Dr. Tomás Segura, “dado el impacto del ictus en términos de mortalidad, dependencia funcional y calidad de vida percibida por el paciente, debemos garantizar el tratamiento preventivo más eficaz. Los ACODs son los fármacos más eficaces existentes hoy en día para reducir el riesgo de ictus cardioembólicos. La principal ventaja de los ACODs es que, si estás tratado con este fármaco sabes que vas a estar bien anticoagulado, lo cual no pasa con el AVK, que necesitan de una constante revisión, lo que además aumenta la percepción de enfermedad al paciente.”
Recomendaciones de Práctica Clínica en Anticoagulación
Los anticoagulantes orales conocidos como antagonistas de la vitamina K (AVK) han sido durante décadas el único tratamiento con seguridad reconocida en pacientes con FA. Sin embargo, su efecto es inestable y requieren una monitorización estricta del tiempo de coagulación. Un dato alarmante en España es que se estima que entre el 45% y el 55% de los pacientes anticoagulados con AVK no logran un buen control de la anticoagulación.
Desde 2011 se dispone de una nueva clase de medicamentos, conocidos como anticoagulantes orales de acción directa (ACODs), que se presentan como una oportunidad frente a las limitaciones de los AVK. A diferencia de los AVK, este grupo de fármacos tienen un efecto anticoagulante estable y son más sencillos de controlar ya que no requieren de los controles analíticos continuos que sí necesitan los AVK. Además, tienen menor riesgo de homorragias intracraneales y menor riesgo de interacciones con medicamentos y alimentos que con AVK.
Las Sociedades Científicas españolas se han pronunciado a favor de utilizar los ACODs como primera línea para la anticoagulación oral de los pacientes con FA no valvular, tal como recomiendan los últimos informes de las agencias de evaluación de tecnologías sanitarias en Europa. Además, se recomienda cambiar de AVK a ACODs cuando el paciente no logra el Tiempo en Rango Terapéutico (TRT) deseado, un indicador del tiempo que el paciente anticoagulado pasa con un INR deseado.
Según el Dr. Luis Rodríguez Padial, “los pacientes que están mal anticoagulados asumen dos riesgos importantes, el riesgo de trombosis y el riesgo de hemorragia. Pero ahora disponemos de distintos fármacos anticoagulantes de acción directa que han demostrado en numerosos estudios una disminución significativa de ictus y embolismos sistémicos, y una clara reducción de las hemorragias, respecto a los medicamentos anti vitamina K”.
Importancia de abordar todos los costes en la prevención del ictus
El gasto sanitario no es siempre el coste real de la enfermedad. Esto es debido a que los costes no sanitarios de las enfermedades pueden ser tan elevados como los sanitarios, especialmente en una enfermedad tan discapacitante como puede ser el ictus. Por eso mismo, cuando se evalua el posible mayor coste de un medicamento se ha de tener en cuenta el ahorro de costes sanitarios y no sanitarios que una mayor seguridad y eficacia del tratamienbto puede lograr.
Según D. Juan Oliva Moreno, “cuando hablamos de costes hay que tener en cuenta tanto los costes directos, sanitarios y no sanitarios, como las pérdidas laborales, y los costes intangibles, aquellos que suponen una pérdida de bienestar tanto para los pacientes como para las personas de su entorno, familia o cuidadores. Claramente en el coste del ictus no podemos fijarnos únicamente en el coste del medicamento”.
Situación de la anticoagulación en Castilla-La Mancha y oportunidades para la prevención
La prevención del ictus en el Castilla-La Mancha no es siempre acorde a las Guías de Práctica Clínica (GPC). Según un estudio de 2019 realizado por la Sociedad Española de Cardiología, más del 40% de los pacientes están mal controlados con AVK en Castilla-La Mancha. En el supuesto de adecuar el TAO a las recomendaciones de las GPC, en Castilla-La Mancha se podrían evitar 195 ictus o hemorragias mayores, lo que a su vez permitiría ahorrar 2,8 millones de euros en la población con Fibrilación Auricular No Valvular (FANV).
Castilla-La Mancha refleja una situación generalizada en España ya que el uso de ACODs es mucho menor que en la mayoría de países europeos, pese a sus buenos resultados económicos y sobre la salud de los pacientes.
Para poder mejorar la situación de estos pacientes, el informe recoge una serie de recomendaciones de buenas prácticas en la prevención de ictus en FANV: flexibilizar el inicio del TAO con ACODs en pacientes con alto riesgo de ictus y/o hemorragia mayor y/o con bajas posibilidades de lograr un adecuado control con AVK, establecer un sistema de alerta al médico para identificar tempranamente los pacientes mal anticoagulados, reducir a 3 meses el plazo para cambiar de AVK a ACODs en pacientes con mal control con AVK, elevar el TRT objetivo al 70%, simplificar el visado de inspección y crear un Observatorio de resultados en pacientes anticoagulados.
Jesús María Fernández, Director General de Hiris y Ex Viceconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco, ha señalado además “existe una inequidad entre los pacientes que pueden pagar de su bolsillo el tratamiento con anticoagulantes de acción directa y quienes recurren a los anticoagulantes AVK porque, aunque se los prescriba su médico, no pueden pagarlos”.
Colaboradores del informe
Además de los asistentes al evento, el informe ha contado con la contribución de José Manuel Comas Samper, Médico de Atención Primaria en Centro de Salud La Puebla de Montalbán, Nuria Fernández, Geriatra en Hospital Universitario de Toledo y Presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Geriatría y Gerontología, Sonia González, paciente y miembro de la Fundación Freno al Ictus, Sonia Herrero, Hematóloga en Hospital Universitario de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Castellano Manchega de Hematología y Hemoterapia, y Ricardo Juárez González, Médico de Urgencias en Hospital Talavera de la Reina.